Daba el sol.
Parecía que había más pecas en sus mejillas que la última vez.
Ella no atendía al ruido, estaba mirando a otro lado, no se sabía a qué.
Apareció después cantando una canción y sonriendo alegre y melancólica,
como siempre; porque ella era así, fresca como la primavera, nostálgica y dulce
como un recuerdo, sus ojos encerraban desde la mirada más tierna a la menos
inocente,y había sentido casi todos los sentimientos que existen, como una
superposición de momentos quasi esquizofrénicos.
Le gustaba esconderse bajo una sombra y hablar con los fantasmas. Le
gustaba acariciar el cielo con las manos y morder las nubes. Le gustaba
observar sentada, le gustaba saltar riéndose, le gustaba mirar a los ojos.
Está escribiendo, esta vez, con bolígrafo rojo una nota en su libreta que
dice “Cuando olvidaste a qué olia. Cuando olvidaste que era a ti. Que vivía en
tus sueños y relucía en tu sonrisa, en una sonrisa inevitable que nadie veía y
que llegaba con un ligero recuerdo. Quiero ser ese recuerdo.” Más abajo,
la letra de una canción “I feel it
soft, I feel it wet, I´ve my make-up in a mess, so I cry hard, let it fall.”
Y otra, “ Pack up, I´m
strayed, enough, Oh say They don’t love you like I love you”…
millones de palabras que de su fuero interno brotan y rebotan confundidas…, al
fin y al cabo, le gusta fundirse con la imaginación.
Se lleva siempre un recuerdo que rompió, una canción sin dedicar, una
ilusión quebrada y remendada una y otra vez, y la decisión a cada paso de
seguir creyendo una vez más y tirarse al vacío con una sonrisa, o dejarse caer
en la carretera, coger esa llave, tirar esa desquebrajada ilusión que a veces
es sólo simbólica… y en el fondo, no hay decisión alguna porque es pronto para
dejar de creer.
Está allí sentada, toca la hierba con la mano, huele el perfume del viento
y mueve el pelo para sentir el aire en la nuca. Como siempre, lo ve todo. Es
solo piel ahora.
Puede ver a lo lejos del camino una ciudad, donde hay gente que la espera,
una más que otra; y se obliga de nuevo a ser agradecida. Quedarse con esa gente
que ahora mismo no saben dónde está , con esa vida que corre y que es hermosa a
veces.
Al atardecer la silueta de una joven avanza por el camino hacia la ciudad.
1 sonrisas:
Me gusta. Me resulta una persona suave, sensible, dulce, profunda. Afilas cada día más el lápiz.
Publicar un comentario