sábado, 30 de abril de 2011

La textura del agua

No saber cómo empezar es bueno, muchas, demasiadas ideas. Tenemos música en la cabeza, si, escribimos en base a ritmos, pulsos, compases, notas, sonidos, canciones. Ruidos. Diecisiete conversaciones paralelas, intentar escucharlas todas. Niños, adultos, olor a tabaco, quedan cinco aceitunas. Escribir sin pensar, imaginación del ambiente, como el cerrar los ojos y sentirse desaparecer en cualquier parte. Pensar, ¿en qué…? No he decidido sobre que querer escribir. Da igual. La vida es más interesante cuando no se rige por las decisiones, las propias, las de nadie. Listas, hablamos de listas, las incompletas listas que hacemos para organizarnos a nosotros mismos. Quiénes somos. Qué nos gusta. Descubrir la locura, el aletear de las palomas, el aumento del ruido. Y la gente grita, siempre grita. Imágenes, ya no hay palomas, ¿dónde están?

Rostros difusos que jamás volveré a contemplar, ni siquiera en sueños. Sabor a naranja, camiseta azul, sí, te hablo a ti, tenías los dientes sucios, recuerdo, ¡qué digo “recuerdo”!, el recuerdo, el invento del subconsciente. Dos días sin comer no llegan para desencantarse del mundo. Ni siquiera cuando descubres que las personas que jamás volverás a ver son aquellas que despiertan tus más tiernas sonrisas. Recordar. Olvidar. Son en el fondo lo mismo: Un impulso eléctrico, un paréntesis, una evocación, un intento de contar un cuento sin final, sin sentido.

Nunca he empezado nada con “Érase una vez”. La mía es aquella escritura que nace al precipicio. Me gusta mi caligrafía. Siempre he pensado que sonaba a un truhán aristócrata. Me hundiría en los ojos de aquel que mira desde donde no es visto, la sonrisa que nadie ve, que es la intrusión, la invasión secreta en cada una de nosotros, en mí. En un poema épico su pelo reflejaría rayos rojos, y yo escucharía sus truenos. Me gusta mi sonrisa cuando pienso en cosas como estas, en cosas que no están aquí, en cosas que ni siquiera he escrito. Seré ambigua hasta que se demuestre lo contrario, pero antes pienso probar que lo soy y morder cada una de las pruebas físicas. Ante un juez quiero inventar un día paralelo, en el que no tenga identidad, solo sueños y un subconsciente que satisfacer. Pronunciaré la palabra satisfaction y me recrearé en ella. Sometimes I think that I´m bigger than the sound. Cantar mentalmente letras con aristas que tragar con el agua que bebo, aparentemente muerta de emoción. Pero nunca eso pasará. Porque a veces sin moverme, sigo moviéndome, un tic tac rítmico me balancea siguiendo la sangre bombeada arriba y abajo, a un lado y a otro, fuera y dentro y más aún.

El aire es como un mercado de conexiones libres y discontinuas, entre personas que no se volverán a ver en la vida. “Eso no lo pongas, es ordinario”. Circo inanimado. “Me gusta. No, espera…” Entonces, alzó la mirada, alzaba el vuelo una paloma, rompiendo el equilibrio del aire, el equilibrio de todos nosotros.

¿Cuál es la paloma más lista de todas? ¿La que prevenida no se aproxima a la mesa o la que se acerca a por la miga de pan? La segunda, porque ha intuido…


Realizado en colaboración con @Nnyyywrakkk .
También posteado En mi propio mundo.


1 sonrisas:

illeR dijo...

Me ha gustado este texto, es como un torrente, algo a borbotones, rapido, natural, sincero...o a lo mejor no, pero es lo que transmite, y eso me gusta!!

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